sábado, 16 de marzo de 2024

Micosis fungoide y el síndrome de Sézary

 Son enfermedades por las que los linfocitos (tipo de glóbulos blancos) se vuelven malignos (cancerosos) y afectan la piel.

La micosis fungoide y el síndrome de Sézary son tipos de linfoma cutáneo de células T.

Un sarpullido rojizo en la piel es un signo de micosis fungoide.

En el síndrome de Sézary, se encuentran linfocitos T cancerosos en la sangre.

Para diagnosticar la micosis fungoide y el síndrome de Sézary se utilizan pruebas que examinan la piel y la sangre.

Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

En condiciones normales, la médula ósea  elabora células madre sanguíneas  (células  inmaduras) que con el tiempo se convierten en células madre sanguíneas maduras. Una célula madre sanguínea se puede convertir en una célula madre mieloide  o una célula madre linfoide  Una célula madre mieloide se convierte en un glóbulo rojo  un glóbulo blanco  o una plaqueta. Una célula madre linfoide se convierte en un linfoblasto  y, luego, en uno de los tres tipos siguientes de linfocitos (glóbulos blancos):

Linfocitos B que producen anticuerpos para combatir infecciones 

Linfocitos T que ayudan a los linfocitos B  a producir los anticuerpos para combatir infecciones.

Linfocitos citolíticos naturales que atacan las células cancerosas y los virus.

En la micosis fungoide los linfocitos T se vuelven cancerosos y afectan la piel. Cuando estos linfocitos se encuentran en la sangre se llaman células de Sézary. En el síndrome de Sézary  los linfocitos T cancerosos afectan la piel y se encuentran muchas células de Sézary en la sangre.

La micosis fungoide y el síndrome de Sézary son tipos de linfoma cutáneo de células T.

La micosis fungoide y el síndrome de Sézary son los dos tipos más comunes de linfoma  cutáneo  de células T (un tipo de linfoma no Hodgkin).

Anatomía del hueso. El hueso se compone de hueso compacto, hueso esponjoso y médula ósea. El hueso compacto forma la capa exterior del hueso. El hueso esponjoso se encuentra sobre todo en los extremos de los huesos y contiene médula roja. La médula ósea se encuentra en el centro de la mayoría de los huesos y tiene muchos vasos sanguíneos. Hay dos tipos de médula ósea: roja y amarilla. La médula roja contiene células madre sanguíneas que se pueden convertir en glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas. La médula amarilla está compuesta, en su mayor parte, de grasa.


  Un sarpullido rojizo en la piel es un signo de micosis fungoide.

Es posible que la micosis fungoide incluya las siguientes fases:

Fase premicótica: se presenta sarpullido (erupción) rojizo y escamoso en partes del cuerpo no expuestas al sol. Este sarpullido no produce síntomas y tal vez dure meses o años. Durante esta fase, es difícil que el sarpullido se diagnostique  como micosis fungoide.

Fase de manchas: se presenta sarpullido rojizo y fino que parece un eccema 

Fase de placas: se presentan pequeños bultos elevados (pápulas) o lesiones ( duras en la piel, que a veces están enrojecidas.

Fase tumoral: se forman tumores en la piel. En ocasiones surgen úlceras en estos tumores y se infecta la piel.

Consulte con el médico si tiene alguno de estos signos.

En el síndrome de Sézary, se encuentran linfocitos T cancerosos en la sangre.

Además, hay enrojecimiento, picazón, descamación (se cae en forma de escamas) y dolor en la piel de todo el cuerpo. A veces también hay manchas, placas o tumores en la piel. No se sabe si el síndrome de Sézary es una forma avanzada de la micosis fungoide o una enfermedad distinta.

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