Durante mucho tiempo curar la lesión medular era algo impensable. Afortunadamente, en los últimos años la comunidad médica han probado que la reparación de la médula espinal es posible. Prestigiosos laboratorios y equipos de investigación ya han desarrollado prometedores tratamientos que han conseguido que animales con una lesión medular crónica hayan recuperado muchas de las funciones perdidas, incluso la facultad de volver a andar.
Dos campos de investigación clave
Para desarrollar un tratamiento eficaz y seguro para todas las personas que padecen una lesión medular, es imprescindible el trabajo en profundidad de dos áreas de investigación: Estudios preclínicos y la investigación clínica:
Estudios preclínicos: Es la investigación previa a la aplicación de un tratamiento. Se lleva a cabo principalmente en centros de investigación y laboratorios. Investigación clínica: Investigación que se realiza en hospitales y centros sanitarios para verificar la eficacia y seguridad de un tratamiento en personas.
Tanto los estudios preclínicos como la investigación clínica son indispensables para avanzar hacia una cura definitiva de las lesiones medulares. Cuando un estudio pre-clínico consigue avances significativos, se aplica mediante un ensayo clínico a un grupo controlado de personas para verificar su seguridad y eficacia. Si el tratamiento supera con éxito las diferentes fases del ensayo clínico, en poco tiempo podrá aplicarse en hospitales de todo el mundo y beneficiar a millones de personas.
Líneas de investigación con mayor potencial
En la zona donde se ha producido la lesión medular, hay una cavidad, delimitada por la denominada cicatriz glial, que impide que las fibras nerviosas puedan crecer a través de la lesión.
Esta barrera provoca que la persona afectada por una lesión medular no pueda mover ni sentir absolutamente nada desde el punto de la lesión.
Actualmente existen diferentes líneas de investigación que están consiguiendo que las células nerviosas puedan atravesar esta barrera y conectarse a través del área dañada.
Investigación con células madre.
Las células madre tienen un gran potencial para el tratamiento de lesiones medulares puesto que, gracias a su capacidad de multiplicarse, pueden usarse para sustituir todo el tejido dañado de la médula espinal.
Nuestro cuerpo está formado por diferentes tipos de células que forman cada órgano y tejido. Todas estas células provienen de las denominadas células madre.
Las células madre son células capaces de multiplicarse y pueden ser usadas para sustituir todo el tejido dañado de la médula espinal.
Podemos diferencias tres tipos de células madre
ADULTAS
Son células especializadas en tejidos. Existen en la mayoría de los tejidos del cuerpo como la piel, el cerebro, el hígado, el intestino o la sangre. Son células que poseen la capacidad de diferenciarse para dar lugar a células adultas del tejido en el que se encuentran, por lo tanto se consideran células multipotenciales.
Son las células encargadas de regenerar tejidos en continuo desgaste (como la piel o la sangre) o dañados (como el hígado). En una persona adulta se conocen hasta ahora alrededor de 20 tipos distintos de células madre.
Las células madre de médula ósea, encargadas de la formación de la sangre, son las más conocidas y empleadas en la investigación médica.
En los últimos años, los científicos han encontrado también células madre en la placenta y el cordón umbilical de los recién nacidos.
EMBRIONARIAS
Son las células de las primeras etapas del desarrollo embrionario y tienen la capacidad de formar todas las células del cuerpo (excepto las de la placenta).
Cuando se extraen y se cultivan en un laboratorio, estas células pueden seguir dividiéndose indefinidamente, manteniendo la capacidad de formar más de 200 tipos celulares adultos.
Las células madre embrionarias que se utiliza en las investigaciones médicas provienen del exceso embrionario creado por la fertilización in vitro.
INDUCIDAS
Son células adultas provenientes de cualquier tejido y convertidas en células madre mediante modificación genética.
Aunque esta fuente de células madre tiene mucho potencial, esta modificación genética es todavía demasiado novedosa.
INGENIERÍA DE TEJIDOS
Existen nuevos materiales bio-compatibles que proporcionan un soporte físico (puente) en el que las células nerviosas pueden volver a crecer y conectarse a través del área dañada.
Esta línea de investigación se centra en el desarrollo de nuevos materiales biocompatibles, capaces de formar un puente sobre la región dañada y garantizar un entorno óptimo para la regeneración de las fibras nerviosas, vasos sanguíneos y tejidos de soporte.
Estos puentes proporcionan un soporte físico a lo largo del cual las neuronas pueden volver a crecer. Además, estos canales actúan de guía de crecimiento directo a través del área dañada.
Un ejemplo de puente que se está utilizando en la investigación es un material llamado neurogel que se adhiere a la médula espinal y facilita una zona para que los axones puedan cruzar el sitio de la lesión.
LA GLÍA ENVOLVENTE OLFATORIA
Son unas células que permiten a las neuronas del sistema olfativo regenerase durante toda la vida. Cuando éstas se trasplantan en la médula espinal dañada, posibilitan la regeneración de las fibras nerviosas.
En los seres humanos, las neuronas que transmiten los estímulos olfativos de la nariz al cerebro se sustituyen continuamente de forma natural durante toda la vida y también vuelven a crecer después de una lesión.
Estas neuronas encargadas del sentido del olfato pueden regenerarse porque están rodeadas por unas células especializadas, denominadas glía envolvente olfatoria, que forman una capa protectora alrededor de sus axones.
Cuando la glía envolvente olfatoria se trasplanta en la médula espinal dañada, ayuda a la regeneración de las fibras nerviosas. Los investigadores de laboratorio han trasplantado glía olfatoria en lesiones medulares en animales y los resultados han confirmado que la glía tiene un efecto regenerador sobre la médula espinal dañada.
TRASPLANTE DEL NERVIO PERIFERICO
Se trata de una técnica de reconstrucción microquirúrgica con injertos de nervio periférico que consigue crear un nuevo canal en la zona afectada que permite la conexión entre las fibras nerviosas de ambos lados de la lesión.
TRATAMIENTO CON FACTORES DE CRECIMIENTO
Los factores de crecimiento o neurotróficos son moléculas que están involucradas en estimular y guiar el crecimiento de fibras nerviosas, facilitando la regeneración en áreas dañadas de la médula espinal. Actualmente se están estudiando cuales son los factores de crecimiento más eficaces y la mejor manera de introducirlos en la médula espinal lesionada.
El crecimiento axonal es un proceso lento, por lo que se requiere una ayuda sostenida por parte de factores de crecimiento, denominados también factores neurotróficos.
Los factores de crecimiento son moléculas que están involucradas en estimular y guiar el crecimiento de fibras nerviosas, facilitando la regeneración en áreas dañadas de la médula espinal.
Actualmente existen fármacos como el litio que ayuda de forma significativa al crecimiento axonal haciendo que acudan entre tres y cinco veces más neurotrofinas al lugar de la lesión.
CONDROITINASA
El cuerpo genera sustancias que impiden que las fibras nerviosas crezcan a través del punto de la lesión. La condroitinasa consigue eliminar gran parte de estas sustancias que actúan de barrera, permitiendo que los axones puedan pasar a través del sitio de la lesión.
En la zona de la lesión medular, se origina una cavidad, delimitada por la llamada cicatriz glial, compuesta básicamente de glía y matriz extracelular, que contiene sustancias que inhiben el crecimiento axonal.
Una de estas sustancias es la Condroitin-6-sulfato proteoglicano (CSPG): Una proteína extracelular de la cicatriz glial que paraliza el crecimiento axonal.
Recientes investigaciones han descubierto que la enzima Condroitinasa deshace la proteína CSPG, permitiendo que las neuronas puedan crecer a través de la región cicatricial. Este crecimiento de las fibras nerviosas se ha medido en estudios pre-clínicos con animales de laboratorio que, al ser tratados con Condroitinasa, han experimentado un considerable aumento de la sensibilidad, coordinación muscular y movimiento a partir de la zona lesionada.
Muy buena información, gracias :)
ResponderEliminarGracias a ti.
EliminarHay algún centro donde se pueda llevar a cabo este tratamiento?
ResponderEliminarHay algun centro donde realizen este tratamiento?
ResponderEliminarHebelyn, existen varios ensayos en distintos países, uno de los mas prometedores y que dio resultado fue el implante de micro electrodos en la médula que fueron estimulados con corriente y lograron mover, son 5 pacientes que se han visto beneficiados con esta terapia, aquí en el blog puedes encontrar la noticia. Saludos
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