lunes, 17 de diciembre de 2012

Un marcapasos biológico hecho con músculos del corazón

Redacción


Exitoso brazo robótico controlado con la mente



Una mujer con parálisis logró un control sin precedentes en el uso de una prótesis dirigida con los pensamientos, revelan científicos en Estados Unidos.
Jan Scheuermann, de 53 años, quien está paralizada del cuello hacia abajo, fue capaz de sujetar y mover con destreza una variedad de objetos usando una prótesis como si fuera un brazo normal.
Tal como explican los investigadores en la revista médica británica The Lancet, se le coloraron implantes en el cerebro para que pudiera controlar el brazo robótico.
Los expertos señalan que este tipo de control "no tiene precedentes" y que es un "logro extraordinario".
Jan fue diagnosticada con degeneración espinocerebral hace 13 años y progresivamente perdió el control de su cuerpo.
Ahora la mujer es incapaz de mover los brazos o piernas.

Robobrazo

Los científicos le implantaron dos sensores, de cuatro por cuatro milímetros, en la corteza motora de su cerebro.
Cientos de pequeñísimas agujas en cada sensor se encargan de recoger la actividad eléctrica de unas 200 células individuales en el cerebro.
"La forma como las neuronas se comunican entre sí es con la velocidad con que pueden disparar impulsos eléctricos", explica el profesor Andrew Schwartz, de la Universidad de Pittsburgh.
"Es algo así como escuchar los pulsos de un contador Geiger, y es en esa característica en la que nos basamos", agrega.
Los pulsos eléctricos en el cerebro se traducen en órdenes para mover el brazo, el cual puede doblarse por el codo, la muñeca y puede asir un objeto.
Jan logró controlar el brazo después de dos días de entrenamiento y durante un período de 14 semanas se volvió cada vez más hábil.
El estudio señala que al final de la investigación la mujer logró "coordinación, destreza y velocidad casi similar al de una persona con un brazo normal".
Tal como explicó a la BBC el profesor Schwartz, nunca antes se habían logrado movimientos tan buenos como éstos.
"Son fluidos y, no sé cómo decir esto de otra forma, pero son mucho mejores que cualquier cosa que hemos logrado demostrar antes", dice el científico.
"Creo que realmente es evidencia convincente de que esta tecnología será terapéutica para las personas con lesiones en la médula espinal".
"Ya ahora están haciendo cosas que podrían traer beneficios a sus vidas diarias y cre que esto es por ahora bastante concluyente", agrega.

Sentido del tacto

El campo de investigación para entrenar un cerebro sano a superar un organismo dañado está avanzando rápidamente.
A principios de este años Cathy Hutchinson utilizó un brazo robótico para servirse una bebida por primera vez desde que sufrió un accidente cerebrovascular 15 años antes.
En ambas investigaciones los resultados se lograron dentro de un laboratorio y no se han llevado a la práctica.
Los científicos están ahora tratando de colocar el brazo en la silla de ruedas de Jan para que la mujer pueda utilizarlo en sus rutinas diarias.
También ha habido intentos de establecer sensaciones en las prótesis para restaurar el sentido del tacto.
Al revisar los resultados de la última investigación, los científicos Gregoire Courtine, Silvesto Micera, Jack DiGiovanna y José del Millán describen el control del brazo como "altamente intuitivo y probablemente responsable de la ejecución sin precedentes de la interfaz cerebro-máquina".
Agregan que el sistema es "un logro tecnológico y biomédico extraordinario" y que este tipo de diseños se están acercando a un punto en el que "pronto se convertirán en modelos revolucionarios de tratamiento" para pacientes paralizados.



martes, 13 de noviembre de 2012

Identifican el gen necesario para la regeneración de las células nerviosas

Un equipo de investigadores de la Penn State University dirigidos por la profesora Melissa Rolls ha dado con el gen asociado a la regeneración de las células nerviosas dañadas. Los científicos encontraron una mutación en un único gen que puede apagar el proceso por el cual los axones, las partes de la célula nerviosa que son responsables de enviar señales a otras células, vuelven a crecer después de un corte o daño.

Melissa Rolls lo explicaba así tras la publicación del estudio:Con este estudio tenemos la esperanza de que el descubrimiento abra la puerta a una nueva investigación relacionada con la médula espinal y otros trastornos neurológicos en los seres humanos. Los axones, quienes se extienden fuera de las células nerviosas, son capaces de sobrevivir toda la vida animal. Para ello, las células nerviosas necesitan ser flexibles, y en el caso de lesión o desgaste, algunos pueden reparar el daño con el crecimiento de nuevos axones.


Hasta ahora, estudios previos habían sugerido que los microtúbulos, las "autopistas" intracelulares claves en las neuronas que se encuentran en crecimiento constante, debían de ser reconstruidos como paso importante en este tipo de reparación. Según Rolls:
En muchos sentidos, esta idea tiene sentido: con el fin de hacer crecer una nueva parte del nervio, los microtúbulos necesitan organizarse para tomar los nuevos materiales al sitio de crecimiento.

Lo que hizo el equipo de investigadores fue centrarse en el estudio de las proteínas de remodelación de microtúbulos en la regeneración axonal después de una lesión. Se centraron en un conjunto de proteínas que separan los microtúbulos en trozos pequeños. Del conjunto, hallaron una proteína llamada espastina, una proteína clave en la regeneración del axón.
El hecho de que la proteína espastina juegue un papel crítico en la regeneración es particularmente intrigante porque en los seres humanos está codificada por un gen de la enfermedad llamado SPG4. Cuando una copia de este gen se altera, las personas afectadas desarrollan paraplejía espástica hereditaria (HSP), que se caracteriza por la progresiva debilidad de los miembros inferiores y la degeneración de los axones motores en la médula espinal. La identificación de una nueva función neuronal para la espastina nos puede ayudar a entender esta enfermedad.

Para estudiar el papel que jugaba la espastina, el equipo eligió lamosca de la fruta como organismo modelo. Según Rolls:
A nivel molecular, muchos de los procesos asociados con el crecimiento de las células nerviosas y la regeneración son los mismos en seres humanos como en las moscas de la fruta. Como el resto de animales, incluyendo a los seres humanos, las moscas de la fruta tienen dos copias de cada gen, uno de cada padre, combinaciones tan diferentes de cada gen pueden dar lugar a diferentes rasgos observables.

El equipo pasó a criar tres grupos genéticamente distintos de moscas de la fruta en el laboratorio con el fin de observar cómo las diferentes combinaciones de genes de espastina podrían afectar al comportamiento de las células nerviosas después de un lesión. El primer grupo de moscas tenían dos copias normales del gen, el segundo tenía una copia normal y una copia mutante, y el tercero tenía dos copias mutantes. Finalmente, los científicos cortaron en los tres grupos los axones de las células nerviosas de las moscas y observaron el proceso de regeneración.
Lo que vimos fue que en el grupo de las moscas con dos copias normales del gen, los axones cortados se re-ensamblaban. Curiosamente, en los otros dos grupos, donde la mosca de la fruta tenía dos o incluso un gen anormal de espastina, simplemente no había rebrote, lo que indica que lo que tenemos aquí es un problema dominante.

Además, los investigadores encontraron que el gen no parece jugar un papel en la etapa de desarrollo cuando los axones se habían reunido por primera vez. Los investigadores encontraron que, mientras el gen afectado de los axones de las moscas, sus dendritas, las partes de la neurona que recibe información de otras células, continuaba funcionando normalmente y reparándose.

Rolls terminaba el estudio explicando el significado del avance a partir de ahora:
Ahora que sabemos que la espastina juega un papel importante en la regeneración del axón y también que este gen es dominante, hemos abierto un camino posible hacia el estudio de las enfermedades humanas relacionadas con las células nerviosas deterioradas. De hecho, nuestro siguiente paso es investigar la relación entre la paraplejía espástica hereditaria y la regeneración axonal.

Hombre en estado vegetativo comunica que no siente dolor




Un paciente canadiense que se piensa estuvo en estado vegetativo durante más de una década, fue capaz de comunicar a científicos que no siente dolor.
Es la primera vez que un paciente incomunicado, con una lesión cerebral severa, es capaz de responder a preguntas que son clínicamente relevantes para su atención médica.
Scott Routley, de 39 años, respondió a preguntas mientras era sometido a escáneres de IRMf para medir su actividad cerebral.
Según su médico, el descubrimiento significa que los libros de texto de medicina tendrán que reescribirse.
Los pacientes en estado vegetativo emergen de un coma para entrar en un estado en el que tienen períodos despiertos, con los ojos abiertos, pero sin ninguna percepción de sí mismos o del mundo exterior.
Routley sufrió una lesión cerebral severa en un accidente automovilístico hace 12 años.
Ninguna de las evaluaciones físicas a las que fue sometido desde entonces mostraron algún signo de conciencia o capacidad para comunicarse.
Pero el neurocientífico británico Adrian Owen, quien dirigió el equipo del Instituto del Cerebro y Mente de la Universidad de Ontario Occidental, afirma que es claro que el señor Routley no era vegetativo.
"Scott ha sido capaz de demostrar que tiene una conciencia, una mente pensante. Lo hemos sometido a escáneres varias veces y su patrón de actividad cerebral muestra que es claro que está seleccionando las respuestas para nuestras preguntas".
"Creemos que sabe quién es y dónde está".

Hallazgo "revolucionario"

El profesor Owen afirma que este fue un hallazgo revolucionario.
"Preguntar a un paciente algo que es importante para ellos ha sido nuestro objetivo durante muchos años" dice.

"En el futuro podríamos preguntar qué podemos hacer para mejorar su calidad de vida. Podrían ser cosas simples como qué entretenimiento quieren o a qué hora desean que se les bañe o alimente".
Los padres de Scott Routley afirman que siempre pensaron que estaba consciente y que podía comunicarse levantando un pulgar o moviendo sus ojos.
Pero esto nunca ha sido aceptado por el personal médico.
El profesor Bryan Young del Hospital de la Universidad de Londres, quien ha sido el neurólogo del señor Routley durante una década, afirma que los resultados de los escáneres anulan todas las valoraciones conductuales que se han hecho a lo largo de los años.
"Me quedé impresionado y sorprendido de que fuera capaz de mostrar estas respuestas cognitivas. Tenía el cuadro clínico de un típico paciente vegetativo y no mostraba movimientos espontáneos que parecieran significativos" dice.
Las evaluaciones observacionales del señor Routley desde que respondió en el escáner continúan sugiriendo que es vegetativo.
El profesor Young afirma que los libros de texto médicos necesitarán actualizarse para incluir las técnicas del profesor Owen.
La investigación forma parte del programa Panorama de la BBC, que siguió a varios pacientes vegetativos y en estado de conciencia mínima en Gran Bretaña y Canadá durante más de un año.
Otro paciente canadiense, Steven Graham, fue capaz de demostrar que había formado nuevos recuerdos desde su lesión cerebral.
El señor Graham responde "sí" cuando se le pregunta si su hermana tiene una hija.
Su sobrina nació después de su accidente de auto hace cinco años.
El equipo de Panorama también siguió a tres pacientes del Royal Hospital para Neurodiscapacidad (RHN) en Londres, que se especializa en la rehabilitación de pacientes con lesiones cerebrales.
El hospital colabora con un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Cambridge en el Centro Wolfson de Imágenes Cerebrales del Hospital Addenbrooke en Cambridge, Inglaterra.
Uno de los pacientes fue diagnosticado como vegetativo en el RHN y él también fue capaz de mostrar conciencia en un escáner de IMRf.
Un segundo paciente, que no había podido ser evaluado totalmente en el RHN debido a mareo y náusea repetidos, mostró posteriormente en escáneres cerebrales que tenía conciencia limitada.




miércoles, 17 de octubre de 2012

Japón: inventan silla de ruedas que puede subir escalones y superar obstáculos


Posee un sensor que detecta cualquier irregularidad en el camino.

Un grupo de ingenieros del "Chiba Institute of Technology" desarrolló una silla de ruedas capaz de subir escalones y superar casi cualquier obstáculo en el camino.
El aparato posee cuatro ruedas y cinco ejes de movimiento capaces de moverse como si fueran "piernas" cuando detectan una irregularidad el camino, la cual es captada rápidamente por el sensor que posee.
"Si un sensor detecta un obstáculo, el robot calcula si puede levantar la pierna", explicaron sus desarrolladores que esperan que la silla pueda mejorar la vida de minusválidos que transitan día a día por la ciudad.
Los expertos esperan invitar a más personas a probar el invento con el fin de ajustar algunas de sus características a necesidades particulares.

Científicos españoles descifran las células que causan la leucemia


Científicos españoles descifran las células que causan la leucemiaMadrid, 15 oct (EFE).- Un grupo de investigadores españoles descifró por primera vez el epigenoma completo de la leucemia linfática crónica, la más frecuente en los países occidentales, e identificó las células que originan esta enfermedad, lo que mejorará el diagnóstico de los pacientes.

Los científicos Carlos López-Otín, Elías Campo e Iñaki Martín-Subero, acompañados por la secretaria de Estado española de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, presentaron los resultados de su estudio hoy en Madrid.

Los trabajos anteriores de este equipo se habían centrado en el análisis de las mutaciones del genoma implicadas en la enfermedad.

Sin embargo, en esta nueva investigación ampliaron la perspectiva al estudio del epigenoma, lo que les permitió identificar las células que originan la leucemia y nuevos mecanismos que participan en su desarrollo.
"Hay una dimensión de información mas allá de la proporcionada por el genoma", subrayó López-Otín, quien detalló que el epigenoma es el encargado de coordinar las funciones celulares.

"Si en los estudios genéticos anteriores pudimos identificar más de 1.000 genes mutados en la leucemia linfática crónica, el estudio del epigenoma ha revelado más de un millón de alteraciones epigenéticas en esta enfermedad", afirmó.

Para este investigador, se trata de un hallazgo "inesperado" que indica que el epigenoma de las células sufre una reprogramación masiva en el proceso de desarrollo del cáncer.

Este estudio ofrece una nueva aproximación para mejorar el diagnóstico de la enfermedad, según sus autores.

Para Martín-Subero, se ha descubierto que los patrones epigenéticos permiten clasificar a los pacientes con leucemia linfática crónica en tres grupos con un curso clínico diferente.

Cada grupo clínico mantiene una memoria epigenética de la célula en la cual se originó, según este científico, quien afirmó que "las leucemias con peor pronóstico parecen derivarse de linfocitos inmaduros mientras que las menos agresivas se relacionan con linfocitos maduros".

Esta información es clave para diseñar terapias y para avanzar en la personalización de los tratamientos, destacó Elías Campo.

En el estudio participaron 139 pacientes y se utilizaron 26 muestras de sangre de donantes sanos. EFE

jueves, 20 de septiembre de 2012

FM19G11 favorece la regeneración de Lesionados Medulares y células madre auto-renovación por desacoplamiento mitocondrial y la inducción del metabolismo de glucosa.

Científicos del Laboratorio de Regeneración Neuronal del Centro de Investigación Príncipe Felipe han comprobado la eficacia en modelos animales de un compuesto farmacológico denominado “FM19G11”, -desarrollado por investigadores del CIPF-, en su uso para el potencial tratamiento de las lesiones medulares. En concreto, los investigadores han demostrado que al aplicar dicha molécula sobre modelos animales de rata con lesión medular, los roedores experimentan una notable recuperación de la actividad locomotriz. 

Los científicos han comprobado este hecho a través de tests homologados por la comunidad científica para determinar la capacidad motora; y también a través de un estudio “in vitro” en el que el compuesto se ha aplicado sobre células ependimarias (células madre presentes en la médula espinal, y con capacidad de diferenciarse hacia células neuronales); con el objetivo de dilucidar los efectos de la molécula sobre estas células. 

El estudio sobre los mecanismos de acción del compuesto farmacológico ha demostrado que en condiciones estándar de oxígeno, FM19G11 induce la autorenovación de células ependimarias en cultivo, así como la expresión de los genes que inducen la pluripotencia, es decir, la capacidad de las células madre para especializarse y convertirse hacia otros tipos celulares. Este aumento de células que se produce gracias a FM19G11 ha sido empleado por los investigadores como fórmula para contribuir a explotar el potencial regenerador endógeno que se activa habitualmente tras una lesión medular. 

El trabajo se ha publicado en la revista científica Stem Cells, y supone un paso más hacia el objetivo final de encontrar un tratamiento eficaz para la recuperación de las lesiones medulares, hoy en día irreversibles. Como apunta la Dra. Victoria Moreno-Manzano, investigadora jefe del Laboratorio de Regeneración Neuronal que ha llevado a cabo el estudio, “la diferencia con trabajos anteriores es que en estos modelos animales no se ha llevado a cabo el trasplante de células madre, sino que solamente han sido tratados con este compuesto, con la finalidad de conocer cómo actúa la molécula por sí sola”. 

Respecto al estudio in vitro, las células utilizadas se han obtenido de la médula espinal de roedor adulto, un modelo experimental empleado en el laboratorio para el estudio de la regeneración de la médula espinal lesionada. Como explica la Dra. Moreno-Manzano, “la aparición de más células madre podría ser uno de los mecanismos que explican por qué in vivo, las ratas experimentan una recuperación de la actividad locomotriz y andan mejor”. 

Una molécula que potencia la renovación de células madre en el tejido

         En estudios anteriores, los investigadores ya habían demostrado que el compuesto FM19G11, en un ambiente deficiente de oxígeno, favorece más la diferenciación o conversión de las células madre ependimarias a oligodendrocitos maduros. Este proceso de diferenciación resultaría muy útil en la reparación de tratamiento de lesiones medulares, ya que tras la lesión existe como daño primario un proceso isquémico con pérdida considerable de este tipo celular, entre otros.  Además, el equipo de investigadores también había demostrado en trabajos previos que el trasplante de células ependimarias mejora la reparación del tejido y la capacidad motora. 

         En este trabajo, los científicos del Laboratorio de Regeneración Neuronal se han centrado en los resultados de la molécula por sí sola, tanto en animales como en células. Con el propósito de llegar más allá en los resultados, los investigadores han estudiado los mecanismos de biología molecular y de acción del compuesto sobre las proteínas y las mitocondrias de las células utilizadas. Así, han demostrado que el compuesto farmacológico provoca un suave desacoplamiento de la actividad mitocondrial que no resulta tóxico, y que genera como efecto rebote una inducción del metabolismo de la glucosa. Estos eventos moleculares repercuten en la activación de una mayor proliferación de las células madre. 

Una patología de creciente incidencia

Hoy en día no existe un tratamiento eficaz para las lesiones medulares, a pesar de las investigaciones y avances en el campo. Hasta el momento, sólo se han desarrollado procedimientos experimentales que todavía están lejos de llegar a su aplicación clínica. Encontrar fórmulas para promover la autorenovación y proliferación de la maquinaria regenerativa endógena que se activa tras una lesión medular constituye una perspectiva de futuro y una alternativa al trasplante de células en lesionados medulares. 
Las técnicas de estudio del Laboratorio de Regeneración Neural del CIPF pretenden contribuir a la mejora de posibilidades de éxito en la búsqueda de terapias efectivas para esta patología de creciente incidencia. A nivel mundial se estima que existen entre 3,5 y 4 millones de lesionados medulares. Sólo en España existen unos 48.000 afectados, y cada año los casos se incrementan en un 2,5%. De hecho, la Organización Mundial de la Salud prevé que en el año 2020 la lesión de la médula espinal estará entre las cinco primeras causas de discapacidad.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Fracasa prueba de droga para el Alzheimer

El Alzheimer es la forma más común de demencia.
Dos empresas farmacéuticas estadounidenses abandonaron el desarrollo de una droga alguna vez prometedora para aliviar los efectos de pérdida de memoria de la enfermedad de Alzheimer, después de que dos ensayos clínicos fracasaron en lograr ayudar a víctimas del mal.

Los investigadores dicen que los pacientes con Alzheimer leve o moderado que recibieron el medicamento -bapineuzumab- no mostraron más mejoría que un grupo de control al que se dio un placebo.

Las dos compañías, Pfizer y Johnson & Johnson, señalaron que se estaban descontinuando todos los demás estudios.

En la actualidad no existe cura para la enfermedad de Alzheimer.

Demencia

El Alzheimer es la forma más común de demencia, y la sexta causa de muerte en Estados Unidos.
Se estima que 36 millones de personas en todo el mundo sufren de demencia, incluyendo Alzheimer.
Johnson & Johnson había acordado en 2009 una inversión de hasta US$1.500 millones en bapineuzumab.
En un comunicado, un vocero de Pfizer, Steven Romano, señaló que están "obviamente muy desilusionados" con el resultado de la prueba.
Un medicamento similar en desarrollo por la firma Eli Lilly, solanezumab, es también considerado como una posibilidad remota de éxito, pero los resultados de las pruebas en esa terapia no se conocerán sino en el segundo semestre de este año.

jueves, 2 de agosto de 2012

Vacuna contra el cáncer de riñón

El último número de la revista Nature Medicine publica los resultados de dos ensayos clínicos en los que se demuestra la eficacia de una nueva terapia contra el cáncer de riñón. Este nuevo tratamiento consiste en una mezcla de moléculas que estimulan el sistema inmune para que ataque el tumor, lo que se conoce como inmunoterapia; para entendernos, algo que funciona más o menos como una vacuna.

Desde hace bastantes años se sabe que los tumores fabrican unas moléculas especiales llamadas marcadores tumorales, que se utilizan para el diagnóstico. Al tratarse de moléculas nuevas, que nunca antes han estado en el cuerpo, el sistema inmune debería atacarlas, pero por diversos motivos esta respuesta no es suficientemente fuerte como para eliminar el cáncer. En los últimos años se han realizado distintas maniobras para reforzar este ataque inmunológico contra las células tumorales, pero los resultados no han sido siempre satisfactorios; de ahí el interés de estas publicaciones. Lo que han hecho ahora los científicos, de la Universidad de Tubinga, es mezclar diez moléculas producidas específicamente por un tipo de tumores del riñón, comprobando que provocan una respuesta inmune fuerte. Al administrar esta mezcla tras una sola dosis de quimioterapia, la supervivencia y el pronóstico de los pacientes mejoró.

Una cosa interesante que se desprende del estudio es que los pacientes responden de manera diferente a distintos marcadores tumorales, por lo que es importante analizar antes esta respuesta para predecir cuáles son los que mejor van a funcionar. En esta línea, los científicos han analizado más de trescientos biomarcadores y han identificado tres, que ahora van a probar en un nuevo ensayo clínico. La misma estrategia ha sido aplicada también con cierto éxito a tumores de cólon y próstata y está siendo estudiada en otros tipos de cáncer, por lo que podría ayudar a mejorar las tasas de curación de los tratamientos antitumorales convencionales.

Confirman existencia de células madre cancerosas

Lo confirmaron tres estudios separados: científicos descubrieron el tipo de célula responsable del crecimiento de los tumores.

El hallazgo de las "células madre" de cáncer podría conducir a un cambio radical en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Las investigaciones llevadas a cabo en ratones confirman la larga y controvertida hipótesis de que el desarrollo de los tumores está dirigido por estas células.

El pensamiento convencional sobre el cáncer establece que la enfermedad es resultado de cambios genéticos que ocurren en células ordinarias, las cuales se dividen sin control para formar tumores y propagarse a otros órganos.

Pero los tres nuevos estudios -publicados en las revistas Nature y Science- demuestran que no es así.
Los investigadores descubrieron que hay una "jerarquía" de células cancerosas y en la categoría superior de esta "organización" están las "células madre cancerosas".

Y por primera vez lograron demostrar que estas células madre cancerosas existen en los tumores sólidos y son las principales responsables de que el tumor crezca y se propague.

Tal como señalan los científicos, este hallazgo resuelve una de las mayores controversias en la investigación de cáncer y marcará "un cambio ejemplar" en este campo.

Los tratamientos de cáncer disponibles actualmente a menudo logran reducir exitosamente el tamaño de un tumor.

Pero muchos pacientes sufren una recaída y el tumor vuelve a crecer.

Los científicos piensan que esto ocurre porque las terapias no logran erradicar una pequeña proporción de células -las células madre- que son las encargadas de dirigir el desarrollo del tumor.

Según el doctor Luis Parada, del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas -quien dirigió uno de los estudios publicados en Nature- ahora que se ha logrado demostrar que estas células 
existen, los tratamientos podrán enfocarse en matar a estas células madre en lugar de atacar a la comunidad de células ordinarias. 

"Si se logra demostrar que el hallazgo puede aplicarse a todos los tipos de cáncer, habrá un cambio ejemplar en la forma como se evalúa la eficacia de la quimioterapia y la forma como los tratamientos van a ser desarrollados".

"En lugar de probar si una terapia encoge al tumor, lo más importante será analizar si ésta ha matado a las células correctas" dice.

Sanas y enfermas

Hasta ahora no se había logrado obtener evidencia de la existencia de estas células madre.
Pero los tres equipos de científicos, que trabajan separadamente, encontraron "evidencia directa" de estas células en tumores de cerebro, intestino y piel.

Y creen que lo mismo puede ocurrir en todos los tipos de tumores sólidos.
Tal como explicó a la BBC el profesor Cedric Blanpain de la Universidad Libre de Bruselas, que dirigió el otro estudio publicado en Nature, este hallazgo prepara el terreno para un nuevo enfoque en el tratamiento de muchos tipos de cáncer. 

"Si estas células son realmente las encargadas de impulsar el crecimiento del tumor, entonces podríamos ser capaces de dirigir el ataque contra ellas", asegura.

Este objetivo, sin embargo, no será tan sencillo.

Las células recién identificadas son muy simulares a las células madre sanas que se encargan de producir y renovar cualquier tejido en el organismo.

Esto significa que cualquier terapia dirigida a las células madre cancerosas también podría destruir el tejido sano.

La prioridad ahora, dicen los científicos, será encontrar las principales diferencias entre las células madre cancerosas y las sanas para que las nuevas terapias puedan distinguirlas.

Pero como afirma el profesor Hugo Snippert del Centro Médico de la Universidad de Utrecht, en Holanda, quien dirigió el estudio sobre los tumores intestinales, haber confirmado la existencia de estas células es un paso muy importante para la futura investigación del cáncer.


miércoles, 1 de agosto de 2012

Un espray eléctrico que repara corazones



Un espray eléctrico con una potencia de 10.000 voltios, que dispara una corriente de células cardíacas, podría ser una herramienta valiosa para reparar corazones que han sufrido un infarto.
El dispositivo, creado por científicos de la Fundación Británica del Corazón, puede crear delgadísimas placas de células latentes que podrían utilizarse para "remendar" porciones de tejido cardíaco dañado.
La necesidad para este tipo de tratamiento es urgente. Gracias a los avances en la medicina los infartos ya no son una sentencia de muerte pero a medida que más gente sobrevive estos eventos, hay muchos más pacientes que viven con un corazón lesionado.
Durante un infarto una parte del músculo cardíaco queda sin oxigeno y muere y esta región queda reemplazada por una cicatriz, igual que ocurriría con una cortada en alguna parte del cuerpo.
En el corazón, sin embargo, el tejido cicatrizado no late y esto puede dificultar el bombeo de sangre y oxigeno hacia y desde el corazón.
En algunos casos esto puede provocar en el paciente que incluso la tarea más simple sea tan extenuante como correr un maratón.
Por esta razón los científicos de la Fundación Británica del Corazón están tratando de desarrollar los parches para reparar el tejido cardíaco.

Mejor bombeo

Las delgadas placas de células cardíacas pueden ser colocadas en el corazón para ayudarle a latir o también pueden ser aplicadas directamente sobre el tejido cicatrizado dentro del corazón.
Uno de los creadores del espray bioeléctrico es un ingeniero mecánico de la Universidad de Londres, el doctor Suwan Jayasinghe.
El dispositivo consiste de una jeringa que se llena con células cardíacas. Se espera que en el futuro estas células puedan ser extraídas del paciente y cultivadas o utilizar sus propias células madre para convertirlas en células del corazón.
La solución pasa por una aguja para formar las placas. Pero a diferencia de los esprays y atomizadores que se usan para crear el graffiti, el espray incluye una corriente eléctrica para poder disparar la delgada capa celular y formar el tejido cardíaco.
Así, a través de la aguja pasa una corriente de 10.000 voltios para crear un campo eléctrico con el cual se controlan las células.
"Lo que obtenemos es un chorro fino que se descompone en una multitud de partículas y estas partículas forman la placa" dice el doctor Jayasinghe.
"Lo más bello es que podemos añadir varios otros tipos de células a esta suspensión para crear tejidos cardíacos tridimensionales que son totalmente funcionales".
Bajo el microscopio después es posible ver las células que laten en el parche.
La siguiente prueba será ver si los parches pueden en realidad ayudar al corazón dañado a latir, y esto se probará con animales.
"Esperamos poder demostrar que estas capas cardíacas mejoran la función de un corazón dañado" expresa el doctor Anastasis Stephanou, otro de los investigadores.
"A largo plazo esperamos poder usar esta tecnología para reparar un corazón dañado para que los pacientes no tengan que esperar durante mucho tiempo un órgano donado".
"Un corazón está formado de cuatro tipos de células diferentes, así que queremos diseñar la tecnología con la cual podamos colocar el número correcto de tipos celulares para desarrollar el tejido cardíaco real" agrega.
Por su parte, el profesor Peter Weissberg, director médico de la Fundación Británica del Corazón, que financia el estudio, señala que "crear músculo cardíaco es un desafío enorme que involucra una combinación de diferentes células y vasos sanguíneos que necesitan estar alineados perfectamente uno después de otro".
"Esta investigación pionera está tratando de encontrar una forma de construir piezas de un corazón fuera del cuerpo".
"Esperamos que algún día estas piezas puedan ser injertadas en los corazones dañados para ayudarlos a bombear correctamente otra vez".

miércoles, 27 de junio de 2012

El controlador de las células madre cardiacas


La biología es complicada, para qué nos vamos a engañar. En cualquiera de los procesos que tienen lugar en el interior de una célula, aunque sea algo sencillo, intervienen docenas o cientos de genes y proteínas que deben actuar de manera perfectamente coordinada. Cuando uno da con la molécula que se encarga de dirigir esa especie de sinfonía, realmente es como si hubiese encontrado una mina de oro. Y esto es lo que les ha sucedido a unos científicos de la Institución Médica Johns Hopkins, en Estados Unidos, tal y como publican en la revista Science Signalling.
Los investigadores estaban estudiando por qué las células madre extraídas del corazón son capaces de reparar las cicatrices que quedan después de un infarto de miocardio. Al ser trasplantadas, estas células madre se convierten en células musculares y también son capaces de originar pequeños vasos sanguíneos. ¿Qué es lo que hace que se inclinen hacia la formación de músculo o de pequeñas arterias? Curiosamente, los científicos vieron que dependía de la rigidez del material en que crecen estas células en el laboratorio. Más aún, descubrieron que el controlador de todos estos procesos, el auténtico director de orquesta, era una proteína llamada p190RhoGAP (lo siento, yo no le puse el nombre). Cuando quitaban esta proteína, las células madre empezaban a formar vasos sanguíneos con gran eficacia mientras crecían en el laboratorio; al aumentar la cantidad de la proteína dentro de las células madre, el resultado era la formación de músculo cardíaco. Los investigadores fueron un paso más allá: ver qué sucedía con estas células altrasplantarlas en animales de experimentación. Cuando la cantidad de p190RhoGAP era baja, las células se integraron mejor con las vecinas, y formaron nuevos vasos sanguíneos.
Este nuevo descubrimiento puede tener implicaciones importantes para mejorar las terapias basadas en la implantación de células madre del propio paciente después de un infarto del corazón. Lógicamente, los científicos estudiaron todos los cambios que son orquestrados por esta molécula, información valiosísima para saber por qué en unos casos forman músculo y en otros dan lugar a vasos sanguíneos. Así, en el futuro, podríamos gobernar este equilibrio mediante fármacos que imiten su modo de acción: una pastilla después de un infarto, y el corazón se empieza a regenerar. No suena nada mal…

jueves, 14 de junio de 2012

Trasplantan por primera vez una vena artificial a una niña

Una niña de 10 años en Suecia es la primera paciente en el mundo que recibe una vena creada en el laboratorio con sus propias células madre.



Sistema circulatorio
La vena fue creada en el laboratorio con las propias
células madre de una niña de 10 años en Suecia
 
El avance, afirman científicos en Suecia, podrá revolucionar el tratamiento de pacientes con venas dañadas o bloqueadas, por ejemplo aquéllos que son sometidos a diálisis o necesitan una cirugía de bypass coronario.

Y a diferencia de los injertos artificiales, que son propensos a bloqueos y coágulos, con la nueva vena artificial no es necesario tomar medicamentos inmunosupresores para toda la vida.
Tal como informan los investigadores en la revista The Lancet, el trasplante logró una "extraordinaria mejora" en la calidad de vida de la paciente, que sufría trombósis de la vena porta, una obstrucción del flujo sanguíneo entre los intestinos y el hígado.
Para crear la vena, el equipo de la Universidad de Gotemburgo tomó un segmento de 9 centímetros de una vena donada de un cadáver humano y se le extrajeron todas las células del donante utilizando varios compuestos químicos.
La estructura tubular resultante, que consistía sólo de un "andamio" de proteínas, fue sumergida en un células madre extraídas de la médula ósea de la paciente.
Dos semanas después el tejido fue implantado en la niña.

Mejora "extraordinaria"

Según los científicos, la paciente no mostró complicaciones con la operación y el procedimiento logró inmediatamente restaurar el flujo sanguíneo normal.
Un año después de la cirugía, agregan, logró incrementar su altura de 137 a 143 centímetros y su peso se incrementó de 30 a 35 kilos.
La vena porta hepática es una de las grandes venas encargada de transportar sangre desde los intestinos y bazo hasta el hígado.
Un bloqueo en este vaso puede causar complicaciones graves, como sangrado interno, retraso en el desarrollo e incluso muerte.
Según los investigadores la paciente actualmente está bien, "puede llevar a cabo caminatas de 3 kilómetros e incluso está participando en gimnasia".
"Lo más importante -agregan- es que no ha desarrollado anticuerpos contra el tejido donado a pesar de que no toma medicamentos inmunosupresores".
Éste es el último de una serie de "cultivos" de órganos humanos en el laboratorio con células madre de los pacientes.
El año pasado otro equipo de científicos logró crear una tráquea sintética y bañarla con células madre de un paciente para después trasplantarla.
Pero el injerto creado en Suecia es el primer trasplante exitoso de una vena sintética en un humano.
Según la profesora Suchitra Holgersson, quien dirigió la investigación, "el nuevo injerto derivado de células madre no sólo resultó en un buen ritmo de flujo sanguíneo sino también en una extraordinaria mejora en la calidad de vida de la paciente".
"El estudio también muestra la viabilidad y seguridad de un novedoso paradigma de tratamiento para casos de insuficiencia venosa, obstrucción de venas o venas autólogas inadecuadas".
"Además, nuestro trabajo abre nuevas e interesantes áreas de investigaciones, incluida la reproducción de arterias para uso quirúrgico en pacientes con fístulas arteriovenosas para diálisis o cirugía de bypass coronario" agrega.
Por su parte, los profesores Martin Birchall y George Hamilton, de la Universidad de Londres, expresan en un comentario sobre el estudio que "la pequeña niña en este estudio no tuvo necesidad de someterse al trauma de extraerle venas de su propio cuello profundo o pierna para cultivarlas, con el riesgo asociado de trastornos de la extremidad inferior que esto conlleva".
Agregan que este procedimiento necesita ahora "convertirse en ensayos clínicos completos en poblaciones clave, para que estas soluciones de medicina regenerativa puedan volverse ampliamente utilizadas y aceptadas".

viernes, 1 de junio de 2012

Ratas paralizadas vuelven a caminar en un laboratorio suizo


Por Chris Wickham
Un equipo de científicos en Suiza restauró por completo el movimiento de ratas paralizadas por lesiones en la médula espinal, en un estudio que podría llegar a utilizarse en personas con lesiones similares.
Gregoire Curtine y su equipo en la Escuela Politécnica Federal de Lausana lograron que ratas con parálisis severas volvieran a andar y correr en varias semanas, tras una combinación de estimulación eléctrica y química de la médula espinal acompañada de apoyo robótico.
"Nuestras ratas no sólo inician de forma voluntaria un paseo, sino que pronto corren, suben escaleras y evitan obstáculos", dijo Courtine, que publicará el viernes los resultados de su estudio de cinco años en la revista Science.
Courtine se apresura a señalar que sigue sin estar claro si una técnica similar podría ayudar a personas con daño en la médula espinal, aunque añade que la técnica sí apunta a nuevas formas de tratar la parálisis.
Otros científicos están de acuerdo.
"Esto es investigación pionera y ofrece una gran esperanza para el futuro de la restauración de funciones en pacientes con daño espinal", dijo Elizabeth Bradbury, miembro del Consejo de Investigación Médica del King's College de Londres.
Sin embargo, Bradbury señaló que muy pocas lesiones humanas en la espina dorsal son el resultado de un corte directo en toda la médula, que es lo que tenían las ratas. Las lesiones humanas son con más frecuencia el resultado de golpes o compresión y no está claro si la técnica podría trasladarse a esa clase de problemas.
Tampoco está claro si esta clase de "empujón" electroquímico podría ayudar a una médula espinal que lleva mucho tiempo dañada, con complicaciones como tejido cicatrizado, agujeros y con un gran número de fibras y células nerviosas muertas o degeneradas.
Sin embargo, el trabajo de Courtine sí demuestra una forma de fomentar y aumentar la capacidad innata de la médula espinal para repararse a sí misma, una capacidad conocida como neuroplasticidad.
Otros intentos por reparar médula espinal se han centrado en terapia con células madre, aunque Geron, la empresa líder en células madre embrionarias, cerró el año pasado su trabajo pionero en este campo.
El cerebro y la médula espinal pueden adaptarse y recuperarse de pequeñas lesiones, pero hasta ahora esa capacidad era muy limitada para superar daños graves. Este nuevo estudio demuestra que la recuperación de una lesión grave es posible si la columna espinal durmiente es "despertada".
Norman Saunders, neurocientífico de la Universidad de Melbourne, en Australia, indicó en un comunicado por correo electrónico en respuesta al estudio que si bien está por ver si la técnica puede trasladarse a la gente, "parece más prometedora que tratamientos propuestos con anterioridad para lesiones de médula espinal".
Bryce Vissel, responsable del Laboratorio de Investigación de Enfermedades Neurodegenerativas en el Instituto Gervan de Investigación Médica en Sídney, dijo que el estudio "sugiere que estamos al borde de un avanzo realmente profundo en la medicina moderna: la perspectiva de reparar la médula espinal tras la lesión".
Courtine espera iniciar las pruebas en humanos en uno o dos años en el Centro de Lesiones de Médula Espinal en el Hospital Universitario de Balgrist.
"Nuestras ratas se han convertido en atletas cuando apenas semanas antes estaban completamente paralizadas", dijo. "Estoy hablando de una recuperación de en torno al 100 del movimiento voluntario", agregó.
Ver vídeo relacionado:


martes, 29 de mayo de 2012

De la piel al corazón

Hace un par de años los científicos lo hicieron en ratones, pero ésta es la primera vez que se consigue con células humanas. Investigadores de Israel han obtenido células madre pluripotenciales de dos pacientes que sufren insuficiencia cardiaca, las han convertido en células musculares del corazón y han demostrado que se pueden injertar de nuevo con éxito.


La investigación aparece publicada en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología. Lo primero que llama la atención es que la fuente para obtener células madre fue la piel de los enfermos. Utilizando las técnicas más avanzadas de reprogramación, esas células de la piel se transformaron en células madre capaces de regenerar cualquier tejido. Después, los científicos las convirtieron en células cardiacas en el laboratorio, y lograron pequeños trocitos, de unas mil células, que latían acompasadamente. Sorprendentemente, al trasplantar esos mini-injertos al corazón de ratas de laboratorio, los investigadores comprobaron que comenzaban a establecer conexiones con las células vecinas y a funcionar al unísono con el corazón normal.
El hecho de obtener células madre de pacientes entrados en años ya es novedoso. Que las células musculares se integren en el corazón de ratas es muy alentador. Hay que tener en cuenta que estas ratas tenían que recibir tratamiento para que su sistema inmune no rechace las células humanas. Esto, en teoría, no sería necesario en pacientes: una de las grandes ventajas de esta tecnología es que las células madre son idénticas a las del enfermo (de hecho, proceden de él mismo) y por eso no serán rechazadas. Todo esto hace pensar que en un plazo de varios años podrían comenzar ensayos clínicos para evaluar la seguridad y eficacia de esta estrategia en la curación de pacientes con insuficiencia cardiaca.