jueves, 11 de agosto de 2016

Científicos descubren el código genético para regenerar extremidades


La regeneración de las partes del cuerpo ha fascinado a los científicos desde los tiempos de Aristóteles. Por su parte, la ciencia-ficción ha imaginado personas mutantes con la capacidad de regenerar sus extremidades. Y es que, si somos capaces de que nos vuelvan a crecer las uñas, el piel, el pelo o los tejidos cuando son dañados, ¿por qué no sucede lo mismo con brazos y piernas?
Un equipo de científicos del Laboratorio de Biología MDI en Estados Unidos está trabajando en la identificación del código genético que controla la regeneración de las extremidades. Para ello, están analizando el ADN de animales como el axolote mexicano, una salamandra que tiene la capacidad de volver a crear diversas partes del cuerpo en caso de perderlas.
El objetivo es el de averiguar el funcionamiento de los mecanismos de regeneración para de este modo poder activarlos en las personas "La regeneración de extremidades en los seres humanos puede sonar a ciencia-ficción, pero está dentro de lo posible", afirma Voot P. Yin, uno de los autores del estudio.
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En el proyecto, los investigadores han identificado los reguladores genéticos responsables de la regeneración de extremidades comunes en tres especies. Además del axolote, también están presentes en el pez cebra originario de La India, y en el pez bichir de África. Cuando estos animales pierden un miembro, forman lo que se conoce como blastema, que es una masa de células desdiferenciadas que se encargan del proceso de proliferación celular y de la rediferenciación de nuestras estructuras. 
Estas tres especies divergieron en el árbol evolutivo hace unos 420 millones de años, un hecho que sugiere que la regeneración no es un mecanismo específico para especies individuales. Por tanto, la regeneración de miembros podría ser posible también en otros animales. "No esperábamos que los patrones de expresión genética fueran a ser muy diferentes en las tres especies, pero nos sorprendió ver que era consistentemente el mismo", asegura Benajmin L. King, uno de los autores del estudio.
El haber identificado la firma genética para la regeneración de las extremidades sugiere que la naturaleza ha creado un "manual de instrucciones" genéticas comunes que rigen esta capacidad, de forma que puede manifestarse del mismo modo en otros animales, incluidos los seres humanos. 
Además de la regeneración, los avances que se han realizado en este estudio también permitirán hacer mejoras en la cicatrización de las heridas y los tejidos, ya que los mecanismos para este tipo de reparación celular son muy similares. Otra aplicación potencial es el desarrollo de dispositivos protésicos más sofisticados, que tengan la capacidad de interactuar con los nervios y permitir un control mayor.