miércoles, 1 de agosto de 2012

Un espray eléctrico que repara corazones



Un espray eléctrico con una potencia de 10.000 voltios, que dispara una corriente de células cardíacas, podría ser una herramienta valiosa para reparar corazones que han sufrido un infarto.
El dispositivo, creado por científicos de la Fundación Británica del Corazón, puede crear delgadísimas placas de células latentes que podrían utilizarse para "remendar" porciones de tejido cardíaco dañado.
La necesidad para este tipo de tratamiento es urgente. Gracias a los avances en la medicina los infartos ya no son una sentencia de muerte pero a medida que más gente sobrevive estos eventos, hay muchos más pacientes que viven con un corazón lesionado.
Durante un infarto una parte del músculo cardíaco queda sin oxigeno y muere y esta región queda reemplazada por una cicatriz, igual que ocurriría con una cortada en alguna parte del cuerpo.
En el corazón, sin embargo, el tejido cicatrizado no late y esto puede dificultar el bombeo de sangre y oxigeno hacia y desde el corazón.
En algunos casos esto puede provocar en el paciente que incluso la tarea más simple sea tan extenuante como correr un maratón.
Por esta razón los científicos de la Fundación Británica del Corazón están tratando de desarrollar los parches para reparar el tejido cardíaco.

Mejor bombeo

Las delgadas placas de células cardíacas pueden ser colocadas en el corazón para ayudarle a latir o también pueden ser aplicadas directamente sobre el tejido cicatrizado dentro del corazón.
Uno de los creadores del espray bioeléctrico es un ingeniero mecánico de la Universidad de Londres, el doctor Suwan Jayasinghe.
El dispositivo consiste de una jeringa que se llena con células cardíacas. Se espera que en el futuro estas células puedan ser extraídas del paciente y cultivadas o utilizar sus propias células madre para convertirlas en células del corazón.
La solución pasa por una aguja para formar las placas. Pero a diferencia de los esprays y atomizadores que se usan para crear el graffiti, el espray incluye una corriente eléctrica para poder disparar la delgada capa celular y formar el tejido cardíaco.
Así, a través de la aguja pasa una corriente de 10.000 voltios para crear un campo eléctrico con el cual se controlan las células.
"Lo que obtenemos es un chorro fino que se descompone en una multitud de partículas y estas partículas forman la placa" dice el doctor Jayasinghe.
"Lo más bello es que podemos añadir varios otros tipos de células a esta suspensión para crear tejidos cardíacos tridimensionales que son totalmente funcionales".
Bajo el microscopio después es posible ver las células que laten en el parche.
La siguiente prueba será ver si los parches pueden en realidad ayudar al corazón dañado a latir, y esto se probará con animales.
"Esperamos poder demostrar que estas capas cardíacas mejoran la función de un corazón dañado" expresa el doctor Anastasis Stephanou, otro de los investigadores.
"A largo plazo esperamos poder usar esta tecnología para reparar un corazón dañado para que los pacientes no tengan que esperar durante mucho tiempo un órgano donado".
"Un corazón está formado de cuatro tipos de células diferentes, así que queremos diseñar la tecnología con la cual podamos colocar el número correcto de tipos celulares para desarrollar el tejido cardíaco real" agrega.
Por su parte, el profesor Peter Weissberg, director médico de la Fundación Británica del Corazón, que financia el estudio, señala que "crear músculo cardíaco es un desafío enorme que involucra una combinación de diferentes células y vasos sanguíneos que necesitan estar alineados perfectamente uno después de otro".
"Esta investigación pionera está tratando de encontrar una forma de construir piezas de un corazón fuera del cuerpo".
"Esperamos que algún día estas piezas puedan ser injertadas en los corazones dañados para ayudarlos a bombear correctamente otra vez".

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