miércoles, 8 de agosto de 2012

Fracasa prueba de droga para el Alzheimer

El Alzheimer es la forma más común de demencia.
Dos empresas farmacéuticas estadounidenses abandonaron el desarrollo de una droga alguna vez prometedora para aliviar los efectos de pérdida de memoria de la enfermedad de Alzheimer, después de que dos ensayos clínicos fracasaron en lograr ayudar a víctimas del mal.

Los investigadores dicen que los pacientes con Alzheimer leve o moderado que recibieron el medicamento -bapineuzumab- no mostraron más mejoría que un grupo de control al que se dio un placebo.

Las dos compañías, Pfizer y Johnson & Johnson, señalaron que se estaban descontinuando todos los demás estudios.

En la actualidad no existe cura para la enfermedad de Alzheimer.

Demencia

El Alzheimer es la forma más común de demencia, y la sexta causa de muerte en Estados Unidos.
Se estima que 36 millones de personas en todo el mundo sufren de demencia, incluyendo Alzheimer.
Johnson & Johnson había acordado en 2009 una inversión de hasta US$1.500 millones en bapineuzumab.
En un comunicado, un vocero de Pfizer, Steven Romano, señaló que están "obviamente muy desilusionados" con el resultado de la prueba.
Un medicamento similar en desarrollo por la firma Eli Lilly, solanezumab, es también considerado como una posibilidad remota de éxito, pero los resultados de las pruebas en esa terapia no se conocerán sino en el segundo semestre de este año.

jueves, 2 de agosto de 2012

Vacuna contra el cáncer de riñón

El último número de la revista Nature Medicine publica los resultados de dos ensayos clínicos en los que se demuestra la eficacia de una nueva terapia contra el cáncer de riñón. Este nuevo tratamiento consiste en una mezcla de moléculas que estimulan el sistema inmune para que ataque el tumor, lo que se conoce como inmunoterapia; para entendernos, algo que funciona más o menos como una vacuna.

Desde hace bastantes años se sabe que los tumores fabrican unas moléculas especiales llamadas marcadores tumorales, que se utilizan para el diagnóstico. Al tratarse de moléculas nuevas, que nunca antes han estado en el cuerpo, el sistema inmune debería atacarlas, pero por diversos motivos esta respuesta no es suficientemente fuerte como para eliminar el cáncer. En los últimos años se han realizado distintas maniobras para reforzar este ataque inmunológico contra las células tumorales, pero los resultados no han sido siempre satisfactorios; de ahí el interés de estas publicaciones. Lo que han hecho ahora los científicos, de la Universidad de Tubinga, es mezclar diez moléculas producidas específicamente por un tipo de tumores del riñón, comprobando que provocan una respuesta inmune fuerte. Al administrar esta mezcla tras una sola dosis de quimioterapia, la supervivencia y el pronóstico de los pacientes mejoró.

Una cosa interesante que se desprende del estudio es que los pacientes responden de manera diferente a distintos marcadores tumorales, por lo que es importante analizar antes esta respuesta para predecir cuáles son los que mejor van a funcionar. En esta línea, los científicos han analizado más de trescientos biomarcadores y han identificado tres, que ahora van a probar en un nuevo ensayo clínico. La misma estrategia ha sido aplicada también con cierto éxito a tumores de cólon y próstata y está siendo estudiada en otros tipos de cáncer, por lo que podría ayudar a mejorar las tasas de curación de los tratamientos antitumorales convencionales.

Confirman existencia de células madre cancerosas

Lo confirmaron tres estudios separados: científicos descubrieron el tipo de célula responsable del crecimiento de los tumores.

El hallazgo de las "células madre" de cáncer podría conducir a un cambio radical en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Las investigaciones llevadas a cabo en ratones confirman la larga y controvertida hipótesis de que el desarrollo de los tumores está dirigido por estas células.

El pensamiento convencional sobre el cáncer establece que la enfermedad es resultado de cambios genéticos que ocurren en células ordinarias, las cuales se dividen sin control para formar tumores y propagarse a otros órganos.

Pero los tres nuevos estudios -publicados en las revistas Nature y Science- demuestran que no es así.
Los investigadores descubrieron que hay una "jerarquía" de células cancerosas y en la categoría superior de esta "organización" están las "células madre cancerosas".

Y por primera vez lograron demostrar que estas células madre cancerosas existen en los tumores sólidos y son las principales responsables de que el tumor crezca y se propague.

Tal como señalan los científicos, este hallazgo resuelve una de las mayores controversias en la investigación de cáncer y marcará "un cambio ejemplar" en este campo.

Los tratamientos de cáncer disponibles actualmente a menudo logran reducir exitosamente el tamaño de un tumor.

Pero muchos pacientes sufren una recaída y el tumor vuelve a crecer.

Los científicos piensan que esto ocurre porque las terapias no logran erradicar una pequeña proporción de células -las células madre- que son las encargadas de dirigir el desarrollo del tumor.

Según el doctor Luis Parada, del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas -quien dirigió uno de los estudios publicados en Nature- ahora que se ha logrado demostrar que estas células 
existen, los tratamientos podrán enfocarse en matar a estas células madre en lugar de atacar a la comunidad de células ordinarias. 

"Si se logra demostrar que el hallazgo puede aplicarse a todos los tipos de cáncer, habrá un cambio ejemplar en la forma como se evalúa la eficacia de la quimioterapia y la forma como los tratamientos van a ser desarrollados".

"En lugar de probar si una terapia encoge al tumor, lo más importante será analizar si ésta ha matado a las células correctas" dice.

Sanas y enfermas

Hasta ahora no se había logrado obtener evidencia de la existencia de estas células madre.
Pero los tres equipos de científicos, que trabajan separadamente, encontraron "evidencia directa" de estas células en tumores de cerebro, intestino y piel.

Y creen que lo mismo puede ocurrir en todos los tipos de tumores sólidos.
Tal como explicó a la BBC el profesor Cedric Blanpain de la Universidad Libre de Bruselas, que dirigió el otro estudio publicado en Nature, este hallazgo prepara el terreno para un nuevo enfoque en el tratamiento de muchos tipos de cáncer. 

"Si estas células son realmente las encargadas de impulsar el crecimiento del tumor, entonces podríamos ser capaces de dirigir el ataque contra ellas", asegura.

Este objetivo, sin embargo, no será tan sencillo.

Las células recién identificadas son muy simulares a las células madre sanas que se encargan de producir y renovar cualquier tejido en el organismo.

Esto significa que cualquier terapia dirigida a las células madre cancerosas también podría destruir el tejido sano.

La prioridad ahora, dicen los científicos, será encontrar las principales diferencias entre las células madre cancerosas y las sanas para que las nuevas terapias puedan distinguirlas.

Pero como afirma el profesor Hugo Snippert del Centro Médico de la Universidad de Utrecht, en Holanda, quien dirigió el estudio sobre los tumores intestinales, haber confirmado la existencia de estas células es un paso muy importante para la futura investigación del cáncer.


miércoles, 1 de agosto de 2012

Un espray eléctrico que repara corazones



Un espray eléctrico con una potencia de 10.000 voltios, que dispara una corriente de células cardíacas, podría ser una herramienta valiosa para reparar corazones que han sufrido un infarto.
El dispositivo, creado por científicos de la Fundación Británica del Corazón, puede crear delgadísimas placas de células latentes que podrían utilizarse para "remendar" porciones de tejido cardíaco dañado.
La necesidad para este tipo de tratamiento es urgente. Gracias a los avances en la medicina los infartos ya no son una sentencia de muerte pero a medida que más gente sobrevive estos eventos, hay muchos más pacientes que viven con un corazón lesionado.
Durante un infarto una parte del músculo cardíaco queda sin oxigeno y muere y esta región queda reemplazada por una cicatriz, igual que ocurriría con una cortada en alguna parte del cuerpo.
En el corazón, sin embargo, el tejido cicatrizado no late y esto puede dificultar el bombeo de sangre y oxigeno hacia y desde el corazón.
En algunos casos esto puede provocar en el paciente que incluso la tarea más simple sea tan extenuante como correr un maratón.
Por esta razón los científicos de la Fundación Británica del Corazón están tratando de desarrollar los parches para reparar el tejido cardíaco.

Mejor bombeo

Las delgadas placas de células cardíacas pueden ser colocadas en el corazón para ayudarle a latir o también pueden ser aplicadas directamente sobre el tejido cicatrizado dentro del corazón.
Uno de los creadores del espray bioeléctrico es un ingeniero mecánico de la Universidad de Londres, el doctor Suwan Jayasinghe.
El dispositivo consiste de una jeringa que se llena con células cardíacas. Se espera que en el futuro estas células puedan ser extraídas del paciente y cultivadas o utilizar sus propias células madre para convertirlas en células del corazón.
La solución pasa por una aguja para formar las placas. Pero a diferencia de los esprays y atomizadores que se usan para crear el graffiti, el espray incluye una corriente eléctrica para poder disparar la delgada capa celular y formar el tejido cardíaco.
Así, a través de la aguja pasa una corriente de 10.000 voltios para crear un campo eléctrico con el cual se controlan las células.
"Lo que obtenemos es un chorro fino que se descompone en una multitud de partículas y estas partículas forman la placa" dice el doctor Jayasinghe.
"Lo más bello es que podemos añadir varios otros tipos de células a esta suspensión para crear tejidos cardíacos tridimensionales que son totalmente funcionales".
Bajo el microscopio después es posible ver las células que laten en el parche.
La siguiente prueba será ver si los parches pueden en realidad ayudar al corazón dañado a latir, y esto se probará con animales.
"Esperamos poder demostrar que estas capas cardíacas mejoran la función de un corazón dañado" expresa el doctor Anastasis Stephanou, otro de los investigadores.
"A largo plazo esperamos poder usar esta tecnología para reparar un corazón dañado para que los pacientes no tengan que esperar durante mucho tiempo un órgano donado".
"Un corazón está formado de cuatro tipos de células diferentes, así que queremos diseñar la tecnología con la cual podamos colocar el número correcto de tipos celulares para desarrollar el tejido cardíaco real" agrega.
Por su parte, el profesor Peter Weissberg, director médico de la Fundación Británica del Corazón, que financia el estudio, señala que "crear músculo cardíaco es un desafío enorme que involucra una combinación de diferentes células y vasos sanguíneos que necesitan estar alineados perfectamente uno después de otro".
"Esta investigación pionera está tratando de encontrar una forma de construir piezas de un corazón fuera del cuerpo".
"Esperamos que algún día estas piezas puedan ser injertadas en los corazones dañados para ayudarlos a bombear correctamente otra vez".