miércoles, 29 de julio de 2009

Colorante azul contra lesiones medulares

Un tinte azul similar al que se utiliza para colorear las golosinas y refrescos podría reducir la gravedad de las lesiones de médula espinal, según indicó un estudio de la Universidad de Rochester, en EE.UU..

Normalmente, en las horas inmediatamente posteriores a que se produzca una lesión dorsal, se suele desencadenar una serie de cambios hormonales que empeora notablemente la gravedad del daño.

De acuerdo con una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, esta reacción en cadena podría detenerse utilizando un colorante azul conocido como "Brilliant Blue G" (BBG), que se usa frecuentemente en alimentos y cosmética.
El BBG se encuentra, por ejemplo, en numerosos dulces, refrescos, productos lácteos, así como en jabones y espumas.

"Las lesiones traumáticas de la médula espinal se caracterizan por una pérdida inmediata e irreversible de tejido en la zona de la lesión (…). La administración de BBG 15 minutos después de la lesión redujo el daño anatómico en la médula espinal y mejoró la recuperación del movimiento sin signos evidentes de toxicidad", indicó el estudio.

Sin embargo, el tratamiento llevado a cabo en la investigación presenta un efecto secundario llamativo: la piel de las ratas a las que se les aplicó el BBG adoptó temporalmente un ligero tono azul.

Avance importante

Los investigadores de la Universidad de Rochester esperan que su trabajo pueda contribuir en el futuro a minimizar el riesgo de parálisis a consecuencia de una lesión traumática en la columna.

Un objetivo a largo plazo para el que, subrayaron, todavía queda mucho trabajo por hacer.

"En estos momentos no disponemos todavía de un tratamiento para pacientes que tienen una lesión medular aguda. Nuestra esperanza es que este trabajo nos conduzca a un medicamento práctico y seguro que se pueda suministrar a los pacientes poco después de la lesión".

Pero antes de llegar a estas conclusiones, los científicos de la Universidad de Rochester realizaron diversos ensayos previos.

Experiencias anteriores

Anteriormente, los investigadores ya habían demostrado que, inmediatamente después de que se produzca una lesión medular, la zona que la rodea se ve inundada de ATP, una fuente de energía que mantiene vivas a las células del cuerpo.

Este hecho les llevó a investigar el uso de esa sustancia para reducir las consecuencias de la lesión.

Desafortunadamente, el abuso de ATP como medio de tratamiento presentó efectos secundarios que empeoraron más aún la lesión original. La aplicación de dosis de este compuesto cientos de veces superiores a los niveles normales supuso la muerte de numerosas neuronas motrices sanas.

Posteriormente, los investigadores intentaron inyectar ATP oxidado a las ratas con daños en la columna vertebral, un compuesto que se sabe que puede bloquear los efectos del ATP normal.
Aunque, en ese caso, los animales fueron capaces de recuperar gran parte de la movilidad de sus miembros, hasta el punto de poder volver a caminar, el ATP oxidado produjo toda una serie de efectos colaterales nocivos.

Además, para que esta sustancia resultara efectiva, debía ser inyectada directamente en el lugar de la lesión, una opción peligrosa en el caso de la médula espinal.

Punto de partida esperanzador

En este sentido, uno de los grandes avances de la última investigación es que el BBG, el compuesto químico equivalente al tinte alimentario azul, podría suministrarse por medio de una inyección normal en cualquier parte del cuerpo.

De este modo, la utilización del BBG abre la puerta a posibles nuevos tratamientos.

"Quizá haya poco que podamos hacer para reparar una lesión traumática, pero podemos intentar detener los efectos secundarios perjudiciales que tienen lugar en la médula dorsal en las hora y días que siguen a la lesión", afirmó el doctor Mark Bacon, jefe científico de la Fundación para la Investigación de la Columna Vertebral.

"Lo que parece que tenemos aquí es un avance prometedor en lo que se suele conocer como tratamientos neuroprotectores. El hecho de que se trate de un colorante alimentario común, lo convierte en un punto de partida interesantísimo", agregó el científico.

Sin embargo, el doctor Bacon advirtió que es pronto para lanzar las campanas al vuelo.

"Las cantidades de BBG que ingerimos con la comida no nos hacen ponernos azules, como es el caso de los estudios con ratas. Esto hace pensar que la dosis necesaria para proteger la espina dorsal de la toxicidad del ATP es mucho, mucho más elevada que la que consumimos en el día a día. Y debemos tener en cuenta que lo que es seguro en una dosis determinada podría no serlo en otras", indicó el investigador.


miércoles, 8 de julio de 2009

La Paz desarrolla el primer medicamento europeo basado en células madre de la grasa

Siete años de trabajo están a punto de dar sus frutos en forma de medicamento pionero. De momento, lo que ya han conseguido los investigadores del hospital de La Paz (Madrid) es comprobar el éxito del uso de las células madre de la grasa para tratar fístulas. Un ensayo clínico de fase II ha demostrado que las fístulas cicatrizan gracias a la inyección de células madre del propio paciente ya cultivadas. En 2011, cuando concluya la fase III del ensayo, ya estará listo el primer medicamento basado en células madre de la Unión Europea. Y se habrá desarrollado en un hospital español, que ahora coordina el estudio con 49 hospitales de nueve países europeos. 
Cuando el fármaco supere el registro de las agencias europea y española del medicamento, los hospitales podrán empezar a tratar con él a pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedad de Crohn, que cursan con fístulas que afectan gravemente a su calidad de vida. De momento, la Unidad de Terapia Celular del centro, dirigida por Damián García Olmo, ha comprobado que el nuevo tratamiento es "eficaz y seguro". El medicamento se administra en quirófano, en un procedimiento rápido, de apenas 15 minutos, y sin anestesia general. Consiste en una pequeña liposucción -de unos 100 centímetros cúbicos, cuando una liposucción estándar extrae 3.000?de la grasa subdérmica del paciente. Las células madre se aíslan y cultivan en el laboratorio, para después inyectarlas (entre nueve y doce millones) en diferentes puntos de la fístula.

"Hemos esperado tres años a estar seguros de que a nuestros pacientes no les ha pasado nada", ha explicado esta mañana García Olmo, acompañado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. "La fístula es un banco de pruebas, pero sabemos que el medicamento puede ayudar en muchas otras enfermedades". Los resultados positivos que se han presentado hoy han permitido aprobar el ensayo clínico en fase III, que es el paso previo a la comercialización. El fármaco se llamará Ontaril y los investigadores de La Paz lo han desarrollado junto con la empresa Cellerix, radicada también en Madrid. La revista científica Diseases of the colon and rectum acaba de publicar los resultados del estudio.

El hospital de La Paz desarrolla en este momento cinco ensayos clínicos de terapia celular relacionados con la utilización de células madre procedentes de la grasa, otros dos utilizando células madre procedentes de la médula ósea y, además, diez servicios trabajan en otros proyectos en fase preclínica.



Una inyección de células madre del cerebro protege de la esclerosis

Un equipo del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) y de la Universitat de València han demostrado que la inyección de células madre neuronales del cerebro protege ante la inflamación que aparece en modelos animales de esclerosis múltiple, promoviendo la recuperación. 

El descubrimiento del Laboratorio de Morfología Celular supone un "paso más" en la aplicación de las células madre adultas para el tratamiento futuro de la enfermedad y propone un mecanismo terapéutico de sustitución de las células dañadas.

El hallazgo se ha llevado a cabo dentro de un proyecto de colaboración internacional con equipos de Milán, Roma y Porto. El estudio se ha publicado en PLoS ONE.

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa para la cual no existe tratamiento curativo en la actualidad. En ella, la mielina -una envoltura que recubre las fibras nerviosas- se daña y las neuronas pierden la capacidad de transmisión, los impulsos nerviosos se ralentizan o no llegan a transmitirse, por lo que se vinterrumpe la capacidad de conducir las órdenes del cerebro.



Descubren tres nuevos genes asociados a la esquizofrenia

El descubrimiento podría permitir el desarrollo de fármacos más eficaces para el tratamiento de esta enfermedad, que afecta al 1% de la población mundial y en un 80% de los casos es de origen genético. 
Los investigadores españoles Celso Arango (director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental –CIBERSAM-), Julio Sanjuán (investigador principal del citado CIBER de Salud Mental) y Ángel Carracedo (jefe de grupo del CIBER de Enfermedades Raras –CIBERER-) han coordinado la participación española en un estudio europeo que arroja nuevos hallazgos en la genética de la esquizofrenia y que permitirán tanto mejorar el conocimiento de la etiología de la enfermedad como abrir nuevas vías para el descubrimiento de fármacos más eficaces. Concretamente, han descubierto la existencia de 3 nuevos genes asociados a la esquizofrenia, contribuyendo a constatar que la mayoría de los desórdenes psiquiátricos tienen un factor de riesgo genético común.

Para el estudio, que acaba de publicarse en la revista 'Nature', se reclutaron y se compararon genéticamente 12.951 pacientes diagnosticados de esquizofrenia con 34.594 personas no afectadas. Todos ellos procedían de 13 países de la Unión Europea; destaca la participación de población gallega y valenciana en la muestra.

Tras someter a la muestra a exhaustivos análisis de amplias regiones del genoma, se encontraron tres variantes genéticas asociadas muy significativamente al riesgo de padecer esquizofrenia. Una de dichas variantes está relacionada con la regulación del sistema inmune, mientras que las otras dos están implicadas en el desarrollo cerebral y, posiblemente, con los problemas cognitivos que sufren estos pacientes.

COMPONENTE GENÉTICO

La esquizofrenia es uno de los trastornos mentales más graves y que mayor grado de discapacidad causa. Afecta al 1% de la población mundial y se estima que el 80% de los casos es de origen genético. A pesar de su claro componente genético, al igual que otras enfermedades complejas en las que distintos genes aumentan de forma modesta el riesgo de padecerlas, aún no se han encontrado genes replicados en todos los estudios.

Según el Dr. Arango, uno de los firmantes de este artículo, la heterogeneidad clínica de la enfermedad hace necesario que se hagan estudios como el ahora publicado, en el que se incluyen varios miles de pacientes y controles. El futuro, según el doctor Arango, pasa por estudios que utilicen distintos fenotipos a los utilizados actualmente y que incluyan variables epidemiológicas y epigenéticas.

“El que un gen se exprese o no viene condicionado, en muchas ocasiones, por su interacción con variables ambientales y es ahí donde puede estar la solución a la falta de replicabilidad de estudios previos”, asegura.